1. Y la carta dice así...

La clase está vacía, solo quedamos el profesor y yo. Estoy recogiendo y me gusta tomarme mi tiempo para hacerlo, el profesor lo sabe y lo respeta al igual  que yo respeto que el repase los apuntes de la ultima clase el tiempo que yo recojo.

No soy como mis compañeros de clase, que recogen corriendo y con prisas para ir a la siguiente clase corriendo creyendo que así las 6 horas de clase se les pasaran más deprisa. Me gusta recoger despacio, pensando en lo que acabo de aprender, repasando los ejercicios que he hecho en clase y pensando en los que me quedan por hacer en casa, pensando en como fue ayer el día, en como es hoy, y en como puede ser mañana.

 Levanto el estuche para terminar de recoger y me encuentro un papel doblado en cuatro rectángulos, es de color lila claro y pone mi nombre encima. Decido que lo leeré de camino a la siguiente clase. Termino de recoger, cierro la maleta y me la cuelgo a la espalda, me despido del profesor, cojo el papel de encima de la mesa y me pongo a andar.

Desdoblo el papel y veo un escrito a negro, con una caligrafía perfecta y una ortografía inmejorable. Empiezo a leer y la carta dice así.

Hola, veo que has descubierto la carta.

Llevo bastante tiempo observándote y he descubierto cosas de ti que me encantan.

He descubierto que eres tímida pero a la vez habladora, que ninguna de las chicas de la clase te cae extremadamente bien y por eso estas siempre tan callada, he descubierto que  cuando sonríes de verdad te salen dos marcas adorables en la cara, también que muchas veces te sientes sola a pesar de estar rodeada de gente, he  descubierto que tu escondite es la música y que vives por ella, y eso me encanta, siento que somos iguales y a la vez distintos, que eres distinta a las demás, que sabes comportarte según la situación y creo que sería muy feliz a tu lado. Sé que buscas una  relación seria y que tienes mucho miedo de que te hagan daño y también se que ahora te estarás mordiendo las uñas con esa carita de niña adorable preguntándote quien soy y como se todo esto.

He descubierto todo esto simplemente observándote porque eres como un libro abierto que hay que saber leer.

No voy a decirte quien soy, creo que es más emocionante que lo descubras tu sola, iré dejándote notas con pistas y al final sabrás quien soy.

 Fdo.: Un admirador secreto.

Hicimos de nuestros cuerpos uno solo.

Estoy sentada en la acera haciendo el tonto con el móvil. Escucho una moto y luego nada.

-Enana, ¿vienes a dar una vuelta?

Levanto la cabeza y te veo sonriendo y ofreciéndome un casco que llevas en la mano.

Me levanto, voy hacia ti y te beso de forma dulce e intensa. Cojo el casco sonriendo como una tonta, subo en la moto y me agarro a ti con fuerza dándote un abrazo mientras tu acaricias mis dedos.

Arrancas y nos vamos.

Llevo la visera levantada y me da el aire en la cara, me encanta esa sensación, cierro los ojos para sentir mejor el aire.

La moto se detiene y abro los ojos. No puedo creer que me hayas traído aquí, es el mirador donde nos conocimos.

Me quito el casco para verlo mejor y te veo bajar de la moto.

-¿Me aguantas un momento el casco por favor?

-Claro.

Lo cojo, te acercas, me coges en brazos y los dos reímos como niños.

Me llevas hacia la barandilla y me sientas allí, mirándote a los ojos.

-¿Recuerdas este sitio?-Preguntas.

-Claro que lo recuerdo, este sitio ha presenciado el momento en que nos conocimos, el primer beso y nuestra primera vez.

-Y ahora nuestro primer año juntos.

-El primero de muchos.

Me besas sin ningún reparo, es ese beso que solo tú sabes dar. Se me pone el vello de punta y al separar nuestras bocas me muerdes el labio.

-Te quiero más de lo que he querido nunca a nadie.-Me susurras al oído.

Un escalofrío recorre todo mi cuerpo y es que solo tu puedes provocar estas sensaciones en mi.

-Eres la razón por la que me levanto cada mañana.-Te digo 

Sonríes como un tonto, esa sonrisa que tanto me gusta.

No hay más palabras, los besos y las miradas hablan por nosotros.

Y allí entre la luna y la arena del mirador hacemos de nuestros cuerpos uno solo, como aquel día hace unos meses.

Mi droga es la música.

No me culpes por ir siempre enganchada a los auriculares como si fueran una prolongación de mi propio cuerpo, no me culpes por ir tarareando o cantando una canción a todas horas, no me culpes por dejar de prestar atención a tus explicaciones y meterme en cada sonido, no me culpes, al igual que otros fuman porros y con cada calada se evaden del mundo, mi droga es la música y provoca los mismos efectos.

Música, esa sensación que recorre tu cuerpo de arriba a abajo, que hace que estés bien o que te rompas interiormente hasta tal punto que las lágrimas arden, ese sonido que te inunda de emociones, que hace que pienses en todo y en nada a la vez, que quieras morir o salir corriendo a luchar por tus sueños, ese ritmo que puede hacer que tus ideas se aclaren o que nota a nota estés más confundida, algo con lo que sentirte identificado o que sea totalmente opuesto a tus sentimientos, ilusiones, sueños, risas, miedos, tristeza, al fin y al cabo sentimientos. Cada estado de animo tiene su música y toda una vida puede explicarse a través de canciones.

Hay mil y una razones para que mi droga sea la música. Además siempre será una fiel compañera.

Quiero sentir que todo esta bien.

Necesito dejar la mente en blanco pero no puedo, cuando olvido los estudios acechan los problemas y cuando estos se esfuman apareces tú. No quiero pensar en nada, ni siquiera en ti, quiero volar al ritmo de una canción sin letra, quiero salir de este mundo que siempre gira pero en el que yo me estanco día tras día, quiero volver a ser niña cuando las únicas preocupaciones que tenía eran que no se perdiera mi muñeca y que en clase al lado de mi nombre hubiera una pegatina verde en señal de progreso, no quiero seguir como ahora y no quiero crecer, no quiero que nada me haga daño pero no puedo evitarlo, quiero madurar pero quiero seguir siendo niña, quiero vivir sin ralladas que no me llevan a ningún sitio, quiero parar de pensar, quiero que la música vuelva a provocar los sentimientos que provocaba hace unas semanas, quiero que se me olvide absolutamente todo, quiero un día para mi en una habitación insonorizada con altavoces gigantes en la que poder cantar y gritar todo lo que quiera, quiero afrontar mis problemas, quiero dejarle las cosas claras a un montón de gente, quiero dejar de sentirme sola entre tanta gente que "me quiere",quiero demostrarme a mi misma que puedo conseguir lo que me proponga.
Quizás me equivoque y no sea esto lo que quiero, quizás simplemente quiero sentir que no debo preocuparme por nada, que hay gente que en realidad si se preocupa por lo que pueda pasarme, creer que puede haber paz. Quizás necesito conectar con mi yo interior y no encuentro la forma. Quizás solo necesito sentir que todo está bien.

Sensaciones

Hay días en los que no piensas en nada, en los que te comes la cabeza, en los que no sabes que hacer, pero hay días que solo necesitas una ducha.
Necesitas evadirte del mundo con cada gota, sintiendo que el agua hace que todos tus pensamientos resbalen y se vayan por el desagüe.
Sentir que cada gota es como un problema que se va y no vuelve, que tu vida es como el agua y que fluye sin rumbo hasta llegar a las grandes aguas del mar.
Primera gota: Evasión, recuerdos, reflexión.
Segunda gota: Lágrimas fusionadas con el agua.
Tercera gota: Amor incondicional.
Cuarta gota: Sentirte de nuevo una niña.
Quinta gota: Risa evidente.
Ultima gota: Paz interior.
Simplemente el agua y la música de fondo te hacen feliz, pasas por todos los estados de animo posibles y acabas bien contigo mismo, fusionas tu ying con tu yang, porque todo son sensaciones y todo va a parar al mismo sitio, TU MENTE.

¿Normal?

¿Que ganáis con clasificar a la gente? ¿Os creéis mejores por ello?¿Sois mas felices?
Si contestas que si a eso tu vida debe ser un poco triste.
Solo deberías procuparte de como eres tu y no de como son los demás, deberías dejar de darte aires de superior y mirar un poco a tu alrededor.

La gente que no es como tu es feliz. ¿Te preguntas porque? Piensa, ellos son como quieren ser y encuentran personas que les complementan. Tú solo eres alguien que imita a sus ídolos y a sus amigas porque así crees que seras más popular.
¿Que importa la popularidad?¿No preferirias reirte con alguien que de alguien?
Yo sí, y por eso no quiero ser normal, prefiero ser diferente. Al fin y al cabo, ¿Que es ser normal?

Ya estoy harta

Estoy harta, harta de que haya gente que se dedica a destruir los sueños de los demás en vez de intentar conseguir los suyos propios, harta de que una sociedad de gente sin cerebro critique a los demás por su físico, su orientación sexual, su raza, sus creencias religiosas, su manera de vestir o incluso su forma de pensar, de todo eso estoy harta.
Estoy harta, harta de ver a gente mirando hacia otro lado, fingiendo que no pasa nada, que todo va bien, que en la sociedad todo es perfecto cuando saben de sobra que no es así, cuando en realidad saben que hay injusticias por todos lados, que hay gente pasándolo mal y no mueven un dedo para ayudarlos, de todo eso estoy harta.
Estoy harta de que la gente no se pare a pensar en los problemas y los sentimientos de las personas que hay a su alrededor, que no se den cuenta que somos humanos y todos cometemos errores, y que es de sabios rectificar, de todo eso y mucho mas estoy harta.