viernes, 3 de mayo de 2019

Ansiedad


Me encerraste en tu tornado de agonía
Me engañaste, haciéndome creer que moriría
que no valía la pena ni buscar una salida
que tus garras serían mi refugio al acabar el día.

Me hiciste creer que nadie me quería
que la mediocridad era lo único que ofrecía
que era un juguete roto, música sin melodía
que no era suficiente y que nunca lo sería.

Provocando una tristeza que sentía como mía.
Desterraste de mi vida a cariño y alegría.
Viendo día a día que a motivación perdía,
acabaste con mis ganas de empezar un nuevo día.

Pero cuando ya creías que la historia acabaría
que con la soga al cuello otra noche no aguantaría
apareció un destello al final de la calle fría
brindándome apoyo, coraje, amor y valentía.