domingo, 2 de marzo de 2014

Y ya no pude mas...

Desde que papá murió las cosas en casa se van haciendo cada día mas difíciles...
Mamá ha dado de lado a toda la familia exceptuando a mi hermana Ana con la que va a todas partes, como la odio por ello, mama me ignora por su culpa. Por otro lado mis hermanos Ruben y Alex, que siempre se habían llevado fatal y se habían centrado solo en mi, han empezado a ir juntos a todos lados y a apartarme de ellos. No puedo soportarlo. Siempre he querido a Alex más que a ninguno y al igual que antes me ayudaba hasta con los deberes, ahora no me hace ni el más mínimo caso, pero a el aún le quiero.
Odio tanto estar en casa que siempre como por ahí después de clase, ¿para que voy a ir a un sitio donde no se me aprecia pudiendo comer en cualquier otro sitio?
Precisamente hoy me he parado a comer al burguer pero antes le he escupido en la cara a la chica que me ha hecho siempre la vida imposible. Antes Alex y Ruben me defendían pero des de que pasó aquello nada ha vuelto a ser igual, la muerte de papá nos cambio a todos, como odio a ese maldito borracho hijo de puta que le arroyó con su flamante todo terreno, debería ser él el que estuviera muerto.
El caso es que le he escupido a esa chica porque ya que hoy es mi ultimo día de vida puedo permitírmelo.
Lo tengo todo planeado. Hoy es martes y los martes nunca hay nadie en casa después de las 4. Yo salgo de clase a las 2 y termino de comer a las 2:30, luego solo tengo que ir 1 hora a la biblioteca y irme a casa. Y así lo hago.
Al llegar a casa, como ya suponía, no hay nadie. Voy a la cocina y cojo el cuchillo que siempre usaba papá para todo, voy a mi habitación y me siento en el suelo con la espalda apoyada en la cama, miro al techo (ahí esta el póster de una banda que siempre me había sacado de mis penas hasta ahora), Gracias!, digo mirando con pena, ya no hay vuelta atrás, ni quiero ni puedo vivir Y lo hago, duele y veo la sangre brotar pero no paro, lo necesito, apretó hasta que veo que la sangre no va a parar y dejo caer el cuchillo casi inconsciente, al final muero con una sonrisa en la cara, soy feliz.