lunes, 29 de septiembre de 2014

Recuerdos de otoño.

Llega el otoño y me haces falta. No me malinterpretes, no es que en verano no te quisiera conmigo, es simplemente que el otoño me recuerda a ti. Me recuerda a todas las tardes de peli y manta que no pudimos tener, a todos los besos bajo la lluvia que no pude darte, a todas las sonrisas que me perdí, a todos los abrazos que no pudiste darme y a todas las noches perdidas entre sabanas que nunca pudimos disfrutar.
También me recuerda a todos los "te quiero" que no pude decirte entre rayos y truenos, a todos los sueños que no pude cumplir a tu lado aunque lo deseara con todas mis fuerzas y a todos los días de tormenta en que me perdí sin ti.
El otoño es corto pero intenso al igual que lo fue nuestra historia. La única diferencia es que el otoño no perdura en el tiempo y estoy segura de que lo nuestro, de una forma u otra, durara para siempre.
Llega el otoño y me haces falta. No me malinterpretes, no es que en verano no te quisiera a mi lado -aunque en realidad nunca me gustaron los amores de verano- es solo que el otoño me recuerda a ti y a todo lo que quisimos tener y no tuvimos.

lunes, 22 de septiembre de 2014

Empecemos de nuevo.

Hay cosas que es mejor dejar que fluyan y hay cosas que es mejor dejarlas atrás. Partir sin girarte a recordar, sin prestar atención a que el mundo que hay detrás está hecho pedazos y mirar al frente donde te espera un parque cubierto de césped e infestado de rosas -eso si, cuidado con las espinas- deseando que pases allí tu tiempo prendada de su olor y de la seguridad que transmiten.
Pero si entras allí, cuidado, no pienses ni un momento que los recuerdos de la catástrofe y sus cenizas se irán de tu mente. Aunque bueno... Quizá no necesites que se vayan, mas necesitaras que se camuflen y que reaparezcan cuando pienses que el nuevo mundo esta a punto se estallar para ayudarte a recordar que puedes evitarlo.
Después de esto, si decides entrar, podrás abrir paso a nuevos comienzos que solaparan tus heridas que aunque no terminen de cicatrizar -recuerda, el dolor hay que sentirlo y debes recordar- estarán lo suficientemente sanas para que puedas ser feliz y sonará a tópico pero de los errores se aprende y probablemente no hagas otro mundo estallar.
Después de pensar y aceptar las condiciones, estoy segura, quiero entrar. ¿Y tu? ¿Que me dices? ¿Cuento contigo para volver a empezar?

viernes, 12 de septiembre de 2014

Soledad sin vida.


Encerrada entre las sombras
de mi soledad innata.
Agonizando entre cadenas
cada vez mas apretadas.

Gritando y a la vez callada,
entre luces y oscuridad.
Soltando palabras mudas,
mintiéndome con la verdad.

Buscando el problema
que la incita a morir.
Odiando esa vida
que no le hace sentir.

Una vida sin dueña
más allá de su latir.
Una vida que frena,
ya no puede seguir.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Sentir(te)

No puedo sentir tus labios acariciando los mios para fundirnos es un suave beso pero al menos sigo teniendo la capacidad de sentir... De sentir la música correteando sobre mis terminaciones nerviosas y recorriendo cada centímetro de mi piel como me gustaría que tus manos hicieran, haciéndome sentir viva por el simple hecho de poder reír o llorar como tantas otras veces eras tu quien lo hacía posible, inundándome de sentimientos que desconocía totalmente y transmitiéndome la misma paz y tranquilidad que tu me transmitiste el día que nos conocimos, arrastrándome a lugares en los que solo querría estar contigo y volviéndome loca tirada en la cama por tener la sensación de que estas aquí sujetando mi mano y escuchando la misma canción que yo. Aunque no es de música de lo que trata este escrito. Más bien de sentir. Sentirte.